sábado, marzo 20, 2004

De policías, monstruos y dragones

Desde chico he sido fan de historias de monstruos, desde los mitológicos hasta películas como Silence of the Lambs. El aspecto liminal, de límite, de los monstruos siempre ma ha parecido retador como buen ejercicio para la inteligencia. Y cuando leo historias "reales" donde se habla de ellos, no puedo más que no dejar de leerlas. No me importa si son reales o no la verdad. Hace tiempo aprendí que la noción de "real" o "normal" es muuuy relativa. Lo que me interesa es estudiar el efecto de los "monstruos" en la imaginación popular. Fenómenos como el de la histeria masiva que provocó la lectura de La Guerra de los Mundos en el radio en los 1930s son los que me cautivan.

Ahora un nuevo fenómeno emergente es de la creaturas voladoras. Antes eran demonios, ahora son extraterrestres... los mitos se actualizan. En Enero de este año una de esas "creaturas" atacó a un policía de Guadalupe, Nuevo León, en México. ¿Fantasía o realidad? ¿Importa? Más bien... ¿cómo reaccionó la comunidad a su alrededor?
Y parece que más fenómenos similares han sucedido recientemente... ¿Qué signifca el regreso de los monstruos?

Quizá una de las formas más serias de hacerlo sería estudiar la historia del monstruo más universal en la imaginación humana: los dragones. El NYT hice un increíble reporte al respecto hace poco.

Otro gran texto es el de Antonio Solano, "Monstruos y prodigios". Un fragmento:

"Durante siglos, los monstruos, al igual que los portentos o los prodigios, tenían la misión de "advertir". Eran signos con un significado oculto que era necesario descifrar. En la antigüedad clásica ese significado estaba ligado al presente pero, poco a poco, el prodigio se convierte en un signo proyectado hacia el futuro, un aviso de lo que está por venir. Si hacemos caso a Tito Livio o Julio Obsequens, por ejemplo, cuando estalla una guerra civil, o cuando el enemigo está a las puertas de la ciudad, aparecen prodigios diversos, como la lluvia de sangre, las estatuas que sudan, la duplicación del sol y la luna o, en ocasiones, el nacimiento de hermafroditas o seres híbridos, monstruos al fin y al cabo a los que es necesario sacrificar como expiación por los pecados humanos."

Wow, no sé a ustedes, pero en estos tiempos de terror, paranoia y extinción másiva, textos como éste se me hacen más que oportunos... para darnos cuenta que los dragones no siempre son reptiles enormes que vuelan, sino que podemos ser nosotros mismos... ¿porqué pienso en Re-Offender de Travis? Quizá los monstruos, como dice Solano, no son más que nuestros mejores amigos, al advertirnos ver quienes somos, antes de lo peor.

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