miércoles, abril 13, 2005

Esos eufemismos...

¿Qué sucede cuando una líder de opinión pública, que todo mundo sabe que es gay, se niega a aceptarlo publicamente? Pues una extraña doble moral, ya que es común ver hablar a tod@s los líderes de opinión heterosexuales de sus relaciones de pareja o de sus admiraciones hacia al sexo opuesto, y por ello es más que sospechoso cuando alguien influyente dice que no quiere hablar de su "vida personal". Aquí muchos dirian que es el derecho de esa persona no decir que hace en la cama, y eso es cierto. Pero... ¿debe un líder de opinión negar si tiene pareja masculina o femenina, o si sencillamente prefiere a los chicos a las chicas? En mi opinión, no, no debe. Una cosa es lo que cada quien hace cuando cierra la puerta de su casa, y otra simplemente ni negar ni afirma hacia donde se dirigen nuestros afectos. Un ejemplo reciente lo muestra Andrew Sullivan. El comenta que el NYT quiere decir algo veladamente aquí:

"
Prince Albert, meanwhile, has been linked to a long list of high-profile women known for appearing on the arms of middle-aged bachelors. There have been no signs of anything like a romance. "Knowing Rainier, I am convinced he was sorry not to see his son marry a young Catholic princess and have children," said Claude de Kemoularia, a former chief of staff in the palace and a longtime friend of the prince. "He was always reluctant to give the power to his son too early because he was waiting for his son to marry and have a male heir." So reticent has Albert remained about marriage throughout the years of public speculation and private pressures that his father sought changes to the Constitution three years ago to allow the crown to pass to one of the princesses or their children if Albert abdicated or died without a child."

Y creo con él que sí, el NYT dice mucho sin decir. Aquí uno puede ver a que grado la homofobia de una persona a aceptarse tal cual es obliga a los medios a hacer malabares para evitar todo posible ataque legal.

Otro caso reciente lo publica Reforma hoy, cuando hace la crónica de la conferencia de prensa a Miguel Bosé ayer en el DF:

"... Creo que el principal reto que tiene (la iglesia católica) con el nuevo Papa es modernizarse en temas como la familia, la actualidad, las relaciones entre mismos sexos..."

Y luego le preguntaron algo y solament replicó: "... Eso no tiene que ver con mi disco Velvetina, y de mi vida personal no hablo..."

Mientras otros juegan con los conceptos tradicionales de género y sacan provecho de ello, otros como el pobre príncipe y Bosé parece que se han metido en cárceles de cristal. Otros artistas son más barrocos, hacen juicios para "probar" a toda costa que son heterosexuales, como Alejandro Sanz o Tom Cruise. Yo no pensaba que hubieran clósets heteros...

Y es que como dicen las feministas, lo privado también es público. Hasta hace poco los gobiernos no querían legalmente atender las acusaciones de violencia doméstica que hacían las esposas contra sus conyugues, ya que afirmaban que eso era del ámbito privado.... hoy sabemos claramente que eso no puede ser así. Y si un líder de opinión pública es heterosexual o gay eso importa mucho en la ecología simbólica de las sociedades. Tal es la represión sexual que aunque muchos estudios afirman que quizá más de la mitad de los sacerdotes católicos son gays, pocos lo admiten abiertamente y viven vidas sexuales furtivas, lo que ha creado una epidemia de sida, al menos en el caso estudiado que es el de Estados Unidos. Lo más triste es que cientos de padres están muriendo de sida en silencio, en una soledad provocada por la gran homofobia de su propia iglesia. Muchas veces la iglesia los entierra y afirma que murieron de cáncer o pulmonía...

Que decir de otras profesiones como en los deportes profesionales donde la homofobia también en tremenda. Sin embargo la opinión pública americana está cambiando como una reciente encuesta sobre el tema reporta.

Y es que borrar poco a poco los eufemismos y ser claros sobre lo que amamos nos hará sociedades más libres, y sanas. De lo conrario, como decía Pearl S. Buck, "en un mundo sin amor, solo habita el temor".

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