lunes, abril 04, 2005

Juan Pablo II contra Descartes

Poco antes de morir, Karol Wojtyla publicó su último libro, Memoria e Identidad. Justo Serna, periodista español lo leyó en semana santa y cuenta:

"‘Memoria e identidad’ es un libro en el que se exponen en forma de diálogo las tesis principales del Papa recién fallecido. Lejos de reconciliarme con una figura decisiva en la política de nuestro tiempo, dicho volumen me distanció aún más de sus ideas. Lamento ser incorrecto en estos momentos, pero creo obrar con justicia con este breve escrutinio.

Es desolador que Juan Pablo II sostenga nociones históricas tan equivocadas en dicho volumen; es triste que quien ha tenido tanta influencia ‘práctica’ en el curso de Europa, ayudando al desplome del sovietismo, tenga unas ideas tan ultramontanas; es lamentable que quien luchó por la libertad del catolicismo en Polonia crea, en fin, que el rumbo de Occidente comenzó a perderse con el cartesianismo, con el cógito cartesiano, con el "pienso luego existo". Al racionalismo que se esfuerza en pensarse sin Dios, al hombre rebelde que se aúpa hasta su trono, le achacaba el Papa el espanto del siglo XX... La interpretación histórica de Juan Pablo II es decididamente reaccionaria y me recordaba también a la de Joseph de Maistre, aquel inteligentísimo retrógrado, aquel adversario acérrimo de la Ilustración que, siglo y pico después, aún provocaba el interés de Emil Cioran o de Isaiah Berlin. ¿Y por qué me la evoca? El Papa, como el saboyano, experimenta una gran añoranza del mundo medieval, un tiempo en que los creyentes vivían su fe "con su universalismo cristiano”, una “fe simple, fuerte y profunda”, sin dudas, sin incertidumbres, añade Juan Pablo II. Eran aquéllos unos viejos “buenos tiempos” que “fueron barridos por el Siglo de las Luces y el iluminismo”, una concepción que “se opuso a aquello que Europa era por efecto de la evangelización". ..."

No por nada la iglesia católica ha luchado tanto contra la ciencia, contra la razón probada. Galileo y Darwin conocieron en carne propia esa persecución. Hoy le toca a la psicología, que dice que los gays no son enfermos mentales, le toca a la medicina que busca utilizar células madres para buscar curas al parkinson o al cáncer y proteger a la población del vih con preservativos.... es una pena escuchar a los sacerdotes hablar en contra del condón cuando los médicos lo defienden. ¿Qué no pueden darle crédito a quienes han dedicado su vida a estudiar algo?


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