miércoles, mayo 11, 2005

Benedicto XVI contra la Compañía de Jesús

Los hechos son claros desde antes de fuera Papa, Ratzinger teme el pensamiento crítico libre de los jesuitas. Pero a diferencia del pasado, Roma sabe que no puede suprimir la Compañía así como así. Lo que hará Ratzinger - y ya empezó - es minar a la Compañía poco a poco, hasta que muera. La agencia EFE informa que los jesuitas aún creen que escribiendo editoriales en su revista lograrán que Roma los escuche y comprenda. No saben aún con quien tratan:

"Los jesuitas consideran que la Iglesia debería irse configurando con mayor libertad de opinión en su seno, la igualdad entre todos sus miembros y la participación de los laicos en su vida interna.

Estos son algunos de los aspectos que los jesuitas consideran necesarios en este nuevo pontificado, y que exponen en un editorial de una de sus publicaciones, la revista "Mensajero del Corazón de Jesús", órgano del Apostolado de la Oración (APOR) encomendado a la Compañía de Jesús.

El editorial del número correspondiente a este mes, titulado "Una Iglesia de participación y comunión", cita además otros "sueños en voz alta", como son el que "aumentaran las atribuciones de las conferencias episcopales, que los obispos fueran elegidos y nombrados de forma diferente, teniendo en cuenta a la diócesis y al pueblo cristiano al que van a servir".

Los jesuitas, según la información facilitada por IVICON, la agencia de prensa de la Conferencia de Religiosos (CONFER), creen necesario también, según el editorial, "una mayor frescura, espontaneidad y novedad" en las celebraciones litúrgicas.

Para la revista, anhelar una comunidad eclesial regida por el principio de la igualdad de todos sus miembros, varones y mujeres, clérigos y laicos, "no significa que no haya en ella diversidad de servicios, ministerios, funciones, carismas y vocaciones".

Más bien, agrega el texto, quiere decir "que la Iglesia se parezca cada vez menos a una entidad administrativa" y "que no se ocupe tanto en detectar desviaciones y errores como de fomentar y tutelar la vida plural que la misma fe suscita", al tiempo "que no excluya a nadie en función del género o de los sacramentos".

El editorial pide también libertad de opinión en la Iglesia, pero advierte que ello "no es una patente de corso para que cualquiera ponga en cuestión los dogmas o la auténtica tradición". Al contrario, dice, "deseamos que las diferentes corrientes, los pareceres distintos, las ideas o mentalidades diversas, las múltiples culturas o formas de pensar tengan cabida cómoda en la comunidad cristiana".

Y añade que "puedan expresarse con respeto y humildad, aunque puedan sorprender o incluso escandalizar por ignorancia a algunos".

Y es que "no hay que tener tanto miedo al pluralismo", pues "la uniformidad impuesta, hasta en lo nimio, resulta atosigante", opinan los jesuitas.

Para la revista "Mensajero" todas estas propuestas no son fruto de un "capricho" sino de la "aceptación interiorizada de la doctrina del Vaticano II sobre la Iglesia".

En este sentido afirma que "la autoridad en la Iglesia no debería confundirse, por su raíz evangélica, con el absolutismo monárquico, en el que todavía parecen ancladas ciertas estructuras de gobierno" de esta institución...."

A veces no sé si los jesuitas son ingenuos u otra cosa. Lo que se vive hoy en la Iglesia Católica es una guerra civil, y la Compañía de Jesús está perdiendo, y hasta pareciera con gusto. Hay que recordarles a los jesuitas que los martires serán santos, pero están muertos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

los jesuitas tienen razon aun cuando parezca una idea mala se debe recordar que era el sueño jesus que todos fueramos iguales y todo se compartiera equitativamente