lunes, junio 20, 2005

Ratzinger contra la libertad de procrear

La gente por lo regular no decide ser infertil, es decir, sucede.... pero gracias a los avances recientes de la ciencia quizá puedan tener hijos. Bueno, a Joseph Ratzinger no le parece eso, y quiere lanzar una cruzada contra la libertad de las personas a usar la ciencia a su favor, reporta hoy Reuters.

"... Professor Arne Sunde, chairman of the European Society of Human Reproduction and Embryology (ESHRE), believes the Vatican's intervention will not stop with Italy.

"Since this is obviously one of the key issues for the new Pope, he will try to say the same thing in other countries where the Catholic Church has influence," he told Reuters ahead of the start of a European fertility meeting.

"When the Vatican throws its weight and political influence, infertility (treatment) is one of the things that could be sacrificed."


¿Y porqué creen que ahora Roma quiere centrarse en este tema? Los gays, otra vez.
Y es que Roma sabe que las células madre pueden convertirse en cualquier otra célula del cuerpo. Por eso pueden ser muy útiles en el futuro para desarrollar órganos para transplantes (y sin rechazo) o para regenerar nervios debido al Parkinson, el Alzheimer o la esclerosis. Y también se pueden convertir en células germinales, es decir, ovulos y espermatozoides.

Sí Roma pone el grito al cielo con el matrimonio civil para personas del mismo sexo, imaginénse que ahora esas dos personas (sean dos hombres o dos mujeres) puedan ahora tener un/a hijo/a con sus propias células madres convertidas en células germinales! El asunto de la adopción que tanto molesta a la derecha desaparece, ya que ahora son crios propios. Y cuánto quieren apostar a que Ratzinger seguramente no estará ahí para bendecir - muchos menos bautizar - a los hijos de una pareja gay.... Yo no entiendo ya nada... ¿No está la iglesia a favor de la vida? ¿De tener todos los hijos que podamos? Verán que sí, todos pueden tener hijos, menos gays y lesbianas, aunque sean los suyos. Homofobia pura, llanamente.

El biopoder será el asunto del siglo XXI, como ya intuía Foucault. Abrochénse los cinturones, que ésto se pondrá bueno. La dictadura del fascismo moral contra la libertad de la democracia corporal. ¿Quién ganará? Ya lo sabemos creo yo...

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