miércoles, octubre 19, 2005

Cooperar con el enemigo

Antes del Sínodo se reunió con Hans Küng, abriendo expectativas a posibles cambios. Permitió una hora "libre" para discutir temas actuales. El resultado es algo que un obispo le comentó a John Allen hace poco:

"I wonder why in the hell they brought us here and put us through all this,” he said Oct. 18, “to say absolutely nothing more than what has been painfully said for decades."

Así es. Plus ca change plus c´est la même chose, como se dice en francés.

"Draft propositions presented to the Synod of Bishops Tuesday morning acknowledge priest shortages, divorced and civilly remarried Catholics, and relations with non-Catholics as important pastoral priorities, but do not recommend changes in existing church discipline, sources told NCR Oct. 18. The draft propositions are being discussed tonight and tomorrow in 12 small groups organized by language, where amendments can be proposed..."

Se reúnen todos los obispos del mundo para discutir los problemas de la Iglesia Católica, los afirman, los aceptan, y luego le recomiendan al Papa qué hacer? Nada.

Bienvenidos al siglo XXI. Si esperan que la jerarquía haga algo para resolver los problemas -de la iglesia católica o no- se pueden quedar esperando. Y lo más triste es pensar en los jóvenes que le quiere dedicar su tiempo, su vida a la iglesia por creer que podrán cambiar al mundo. Eso ya no es ingenuidad ni ignorancia ni necedad. Es como este historiador que llamó a los alemanes como los "verdugos voluntarios" de Hitler. Es muy semejante. Es simple y llanamente cooperar con el Enemigo en una tremenda guerra espiritual que se lleva a cabo en todo el mundo ahora. Una guerra donde la Iglesia Católica no está del lado de Dios.

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