Con Wal Mart, Google y otras herramientas, buscar precios bajos ya no es difícil. Ahora las empresas ya no sólo deben competir con precios y calidad para ganar a clientes más y más exigentes, deben dar algo más. Y ese algo más es un plus emocional, y eso se ha traducido en una nueva y más sofisticada experiencia de diseño. Desde la iMac y el iPod hasta los hoteles W, desde el boom de la Condesa a fines de los 90s hasta el boom de las tiendas de los museos en todo el mundo, el diseño ha vuelto como el gran elemento definidor del capitalismo de inicios del siglo XXI. Ya nada puede ser lo que era antes, ya que el consumidor es más exigente y pide experiencias únicas. Desde mermeladas orgánicas hechas a mano hasta servicios religiosos casi personales. Un gran ejemplo es el nuevo hotel Hilton de las islas Maldivas. Su restaurante nos deja boquiabiertos. El hotel cerró para renovarse durante 15 meses en una inversión de 35 millones de dólares, y abrió el pasado junio. No es barato claro está, pero muchos ahorran años para ir a cenar en un lugar así. Y Hilton lo sabe.
Para saber más sobre cómo el diseño está cambiando al capitalismo lean The Substance of Style de Virgina Postrel. Un gran libro.
1 comentario:
Al fin un Blogg inteligente. Saludos
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