Muerte de Juan Soriano redefine condolencia presidencial

Juan Soriano, el gran pintor y escultor mexicano, murió ayer. El decía que no estaba de acuerdo con todo eso del orgullo gay, pero durante 30 años él fue uno de los mejores activistas al no esconder nunca a su pareja, a Marek Keller. Ayer él fue quien dió al mundo la noticia de la muerte de su compañero. Pero la muerte de Soriano no terminó su activismo, ya que redefinió como la Presidencia la República (en un gobierno del PAN) rinde condolencias a los deudos de un hombre ilustre. Reporta La Jornada:

"Tranquilo, aunque visiblemente consternado, Keller solicitó a los medios que se le permitiera estar en privado al lado de su compañero, sólo acompañado por la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez, y el director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Saúl Juárez.

La funcionaria, quien se refirió a Soriano ''como uno de los grandes artistas de nuestro país, no sólo reconocido por los mexicanos sino por el mundo entero", se encargó de transmitir a los deudos las condolencias del presidente Vicente Fox: ''Recibí una llamada esta mañana de la Presidencia preguntando a quién deberían dirigirse las condolencias y por supuesto les dijimos que al señor Marek Keller y a todo el pueblo de México"...

No obstante su deseo de privacidad, Marek Keller accedió a conversar brevemente con los medios...

-¿Cuál fue su obra más emblemática? -preguntó un reportero.

El representante del artista respondió lacónico:

-Quizá su vida."

Juan Soriano vivió una vida plena y feliz, porque siempre fue un hombre que sirvió a lo que amaba, congruente consigo mismo, nunca se mintió a él ni al mundo, fue un gran creador, un gran compañero y un gran ejemplo para muchos que aún creen es válido servir a dos amos. Ojalá la despedida de Soriano ayude a reflexionar a muchos sobre porqué un hombre no se puede casar con otro hombre. Juan se hubiera casado si hubiera sido legal el matrimonio entre personas del mismo sexo? No lo sé, pero hubiera tenido la opción de decidir. La nueva democracia mexicana debe dar exactamente eso a todos sus ciudadanos: la opción de decidir.