miércoles, marzo 28, 2007

Ella sí merecen ser santas, no Juan Pablo II

Dos monjas, uno de 80 y una de 71 años. Vivían en Kirkuk, Irak, eran queridas y conocidas por su trabajo comunitario. Fueron brutalmente asesinadas el ayer martes. Murieron por representar quizá Occidente y sus valores de igualdad: las mujeres no son líderes en el islam. Pero no murieron en vano, al haber vivido dando amor, en un mundo violento, literalmente hasta el final. Murieron sirviendo en un país no católico, sirviendo en nombre del amor de su Dios.

Juan Pablo II viajó por todo el mundo sí, pero diciéndole a los divorciados que no pueden comulgar, a las parejas del mismo sexo que no es digno que se casen (ni siquiera por lo civil), a los jóvenes que no usen condón (pudieron infectarse de vih-sida y abogando contra la despenalización del aborto, consecuentemente apoyando que las mujeres que no tuviera otra opción no solo tuvieran que realizarse abortos clandestinos y poder morir desangradas, sino que si vivían fueran encarceladas... Luchó ferriamente contra el derecho humano a la libre conciencia (su encíclina Dominus Iesus es clara al respecto, llamando a las otras religiones como defectuosas) y en una ocasión, en los años 80s hasta afirmó que las armas nucleares eran necesarias, apoyando a Ronald Reagan en su política armamentista contra la Unión Soviética. Los resultados son claros: antes de su pontificado México tenía 10% más de católicos...

Las monjas deben ser canonizadas, Juan Pablo II no.

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